ALIMENTOS REFINADOS: 5 RAZONES POR LAS QUE DEBES EVITARLOS.

¿Qué tan seguido consumes alimentos refinados? ¿Sabías que para conseguir su excelente sabor o apariencia se eliminan prácticamente todos los nutrientes? Tal vez sin notarlo, estás consumiendo bombas calóricas, llenas de aditivos que suponen un duro trago para tu organismo.

 

Te detallaré las 5 razones por las que deberías dejar de incluir alimentos refinados en tu dieta.

 

PERO PRIMERO, ¿QUÉ SON LOS ALIMENTOS REFINADOS?

Refinar un alimento significa hacer más fino un ingrediente y tiene varios objetivos. Uno de los más importantes es alargar su tiempo de vida. Además, el procesamiento de los alimentos se lleva a cabo con el fin de potenciar su sabor, mejorar su aspecto y su textura. 

 

Pero un sabor apetitoso y una apariencia más vistosa no equivalen a una mejor calidad. Cuanto más natural sea un alimento, más nutrientes conserva, menos componentes artificiales lleva y, por lo tanto, más beneficioso para tu salud resulta su consumo.

 

¿CUÁL ES EL PRINCIPAL PROBLEMA DE INGERIDOS?

 

El proceso de refinamiento de alimentos hace que los mismos sean extraordinariamente fáciles de digerir, lo que permite que los pocos nutrientes que contienen (en su mayor parte puras calorías) sean absorbidos de manera casi inmediata. 

 

Por este motivo, aumentan rápidamente la cantidad de azúcar en sangre. Además, cuando un alimento es procesado, pierde la mayor parte de su valor nutritivo e incluye numerosos aditivos químicos que son perjudiciales para la salud.

Ahora que ya sabes de qué se trata un alimento refinado, revisemos las cinco razones por las que no deberías consumirlos diariamente:

 

  • Incorporación de aditivos. Colorantes, conservantes, potenciadores del sabor que se acumulan progresivamente en el organismo hasta perjudicar gravemente la salud.

 

  • Envejecimiento celular prematuro. Es lógico deducir que a medida que envejecemos, las células también lo hacen, pero si bien es una fase natural de la vida, algunos alimentos aceleran este proceso.

 

  • Adicción. Ingerir alimentos refinados te aporta una dosis de energía sumamente rápida. La misma es satisfactoria para tu organismo pero de muy corta duración. Para obtener una nueva dosis de ella, el organismo demandará cada vez más calorías. Esto explica que comiences a desear estos alimentos con mayor y mayor frecuencia.

 

  • Enfermedades. Las sustancias sintéticas presentes en estos alimentos llegan a contaminar la sangre y a afectar a diferentes órganos. Se generan entonces enfermedades como diabetes, obesidad y algunos tipos de cáncer. Además, tu organismo puede sufrir debilitamiento de los huesos y deterioro de órganos importantes como el hígado y los riñones.

  • Hambre. Los alimentos refinados poseen “calorías vacías”. Estas no aportan nutrientes y provocan hambre al poco tiempo de ingerirlas. Además, producen una sensación de cansancio y de falta de energía, como así una acumulación de grasas en el cuerpo. Por si fuera poco, genera altibajos de la glucosa en sangre y cambios en el estado de ánimo.

 

Por todos estos motivos, te recomiendo prestar atención a los alimentos que eliges. Así podrás comenzar a sustituir los refinados por aquellos que contengan un alto valor nutricional. Este cambio en los hábitos alimenticios se puede realizar de manera gradual, con la sustitución, poco a poco, de los productos procesados por otros más naturales. 

 

Si no sabes cuáles son los alimentos que deberías evitar, te detallamos los que contienen la mayor cantidad de hidratos refinados:

 

- El pan blanco

- La bollería industrial

- La pasta

- El arroz (blanco)

- Los refrescos no light

- Las golosinas

- Los cereales de desayuno

- El azúcar blanco

- La sal refinada 

 

En cuanto empieces a revisar las etiquetas de los productos alimenticios que compres, podrás obtener numerosos beneficios. Por ejemplo, ayudar en la prevención de una gran cantidad de enfermedades, mejorar tu estado de ánimo, regular tu metabolismo y alcanzar una mejor forma física. 

 

En resumen, con pequeños cambios aumentarás de manera notable tu salud y, por lo tanto, ¡conseguirás una mejor calidad de vida!

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